viernes, 19 de septiembre de 2014

SADE ADU. Un Ave Fénix musical

Sade Adu iluminó los 80´ con su exótica belleza y su voz de seda. A comienzos de la década siguiente desapareció de los escenarios, para no volver hasta el nuevo milenio. Una vez más, se eclipsó durante otros 10 años hasta su último disco, el exitoso Soldier Of Love (2010). Como un cometa o una estrella errante, Sade reaparece periódicamente para recordarnos que sigue siendo la reina del jazz cool, superando en ventas, en EEUU, a la mismísima Adele. ¿Cuál es el secreto que oculta esta incombustible artista?




 Helen Folasade Adu nació el 16 de enero de 1959 en Nigeria. Su madre, Anne Hayes, era una enfermera británica que conoció al nigeriano Bisi Folasade Adu cuando este estudiaba en la London School of Economics. Tras casarse en 1955, la pareja se marchó a Nigeria, donde Bisi trabajó como profesor universitario de Economía. Cuando Sade nació, a su familia africana no le resultaba fácil pronunciar su nombre inglés, por lo que acabaron llamándola con la abreviatura del de su padre (se pronuncia Shaday).
A pesar de que sus padres estaban enamorados, no fueron capaces de mantener la relación. Cuando el matrimonio se rompió, Sade tenía sólo cuatro años, una herida perdurable en su personalidad. Se marchó con su madre a Inglaterra, donde creció en el campo al lado de sus abuelos maternos. Cuando llegó el momento de estudiar, optó por el diseño de ropa en la prestigiosa escuela Saint Martins College of Art and Design.
 A principios de los años 80, dos viejos amigos de colegio le pidieron que actuara con ellos como vocalista. Aunque ni siquiera la habían oído cantar, pensaban que su toque étnico atraería al público masculino. La banda, conocida como “Pride”, interpretaba soul latino. Por aquel entonces Sade se sentía más cómoda componiendo que cantando, pero hizo un esfuerzo para superar su miedo escénico. En 1981 salieron de gira por toda Gran Bretaña, a menudo conduciendo ella. El espectáculo contaba con una parte diferenciada, en la que Sade cantaba piezas más tranquilas en cuarteto. El número clave de ese reducido show era Smooth Operator, canción de la que Sade Adu era coautora. Aquel genial tema atrajo la atención de los cazadores de talentos, que pretendieron contratarla como cantante solista. Pero la lealtad hacia sus amigos era lo primero para esta insobornable mujer, así que se negó a hablar del asunto si no los incluían en la negociación. Por fin, en 1983 accedió a firmar con Epic cuando le garantizaron que la acompañarían sus tres inseparables músicos: el saxofonista Stuart Matthewman,  Andrew Hale a los teclados y Paul S. Denman al bajo, con los que forma el conjunto "Sade". Gracias a la ayuda de su entonces novio, el periodista Robert Helms, la cantante se convirtió en uno de los rostros más icónicos de la década, apareciendo en la portada de las revistas más importantes.


El estilo del conjunto estaba marcado por el jazz, el rhythm & blues contemporáneo, el soul, el funk y el pop. Nunca el eclecticismo produjo un destilado tan inconfundible. La voz de corazón roto de Sade acompañaba maravillosamente unas letras melancólicas, en las que el amor aparece con frecuencia como una larga y dura batalla, y los combatientes, como soldados. A pesar de la crítica irónica a los valores materialistas de la era yuppie que contenía Smooth Operator, Sade Adu acabó siendo la imagen visible de la elegancia sofisticada de aquella época.
https://www.youtube.com/watch?v=UFlyCcVYQCY Para ver  a Sade como una auténtica diosa de ébano
SMOOTH OPERATOR
He's laughing with another girl
And playing with another heart
Placing high stakes, making hearts ache.
He's loved in seven languages.
Diamond nights and ruby lights, high in the sky.
Heaven help him, when he falls.

 Diamond life, lover boy.
We move in space with minimum waste and maximum joy.
City lights and business nights.
When you require streetcar desire for higher heights.

No place for beginners or sensitive hearts
When sentiment is left to chance.
No place to be ending but somewhere to start.

No need to ask.
He's a smooth operator,
Smooth operator...

 Coast to coast, LA to Chicago, western male.
Across the north and south, to Key Largo, love for sale.

Él está riendo con otra chica

 y jugando con otro corazón
 haciendo apuestas altas, haciendo doler el corazón
 Amado en siete lenguas
 noches de diamante y luces de rubí en lo alto del firmamento
 el cielo lo ayuda cuando cae.

 Vida de diamante, muchacho amante

 nos movemos en el espacio con un mínimo de pérdida y un goce máximo
 luces en la ciudad y noches de negocios
 cuando necesitas el tranvía del deseo para alcanzar cumbres más altas

 No hay lugar para principiantes o corazones sensibles

Cuando el sentimiento se deja al azar
 no hay lugar para finalizar pero sí para empezar

 No necesitas preguntar, él es un suave operador....

Costa a costa, LA. hasta Chicago, varón occidental
A través del Norte y el Sur hasta Cayo Largo, el amor está en venta...

Aquí tenéis el enlace a Your Love is King, un superventas del primer álbum.Esta es una estupenda grabación de 2012: https://www.youtube.com/watch?v=yvn1oOs3aOI La siguiente es mucho más "ochentera". Las pongo las dos para quien tenga curiosidad en comprobar cómo han madurado con los años su voz y su estilo, como el mejor de los vinos.

https://www.youtube.com/watch?v=k1ljpLQ1V6Y&feature=share&noredirect=1

Diamond life, su primer disco, editado en 1984, se convirtió inmediatamente en un éxito mundial, confirmado por Promise en 1985. Este segundo disco era sencillamente prodigioso, demostrando que la artista y su equipo se encontraban en un estado de gracia absoluto y, quizá, irrepetible. Tras tres años de carrera, habían conseguido vender más de 25 millones de copias. ¡Qué tiempos aquellos, en que todavía no existía el pirateo masivo! Aquel éxito arrollador, sin embargo, se ralentizó en 1988, cuando editó su tercer álbum. La crítica se ensañó con Stronger than Pride, a pesar de contener temas tan notables como Paradise y Haunt Me.
Un año después Sade Adu se casó con el documentalista español Carlos Scola Pliego, trasladándose a vivir a Madrid. La unión no sobrevivió al ajetreo de las giras por todo el mundo. A Scola se le hacía muy duro tener que compartirla con sus millones de fans, así que puso punto y final al matrimonio al cabo de 3 años, mientras que ella se encontraba en Estados Unidos dando conciertos. Corrieron rumores de que la cantante sufría ataques de pánico en el escenario y, un año después de su álbum Love Deluxe, editado en 1992,  desapareció por completo del panorama musical. Intentando recomponer los fragmentos de su vida, se unió al músico y productor jamaicano, Bob Morgan, con quien tuvo a su única hija, Ila Adu, nacida en 1996. Aunque cualquier podría pronosticar que ese prolongado apartamiento del top ventas  significaría un suicidio artístico, Sade ha descubierto la cuadratura del círculo: se ha entregado a la dificilísima tarea de ser madre, hace la música que quiere y cuando quiere, y tiene al público rendido a sus pies. En 2000 volvió a lo más alto con Lovers Rock. Dos años después, en  2002, fue nombrada OBE, Caballero del Imperio Británico, por su nivel musical y su defensa de los valores sociales. No parece que semejantes glorias la hayan envanecido. Continúa manteniendo a ultranza su ideario de autenticidad e integridad artística: “Sólo grabo cuando siento que tengo algo que decir. No me interesa vender música por vender. Sade no es una marca”. Se ha tomado todo el tiempo del mundo para caminar hacia un éxito perdurable, que no se basa en la repetición de su fórmula creativa sino en la exploración de nuevos territorios, como demuestra su último disco Soldier of Love (2010). “Sólo puedes crecer como artista en la medida en que te concedes a ti misma el tiempo para crecer como persona”.
A sus 55 años mantiene intacto su timbre sexy de contralto y sigue componiendo con tanto talento como siempre. Como declara en una de sus escasas entrevistas- dejó de concederlas cuando una reportera la hizo llorar con sus impertinentes preguntas sobre su vida sentimental-, actualmente lo que más le gusta es el directo, contagiarse de la emoción del público. No es una celebrity al uso: a pesar de poseer una considerable fortuna, vive en un pequeño cottage en Gloucestershire, apartada de la morbosa curiosidad de la prensa del corazón,. La frugalidad de la campiña inglesa es el estilo de vida que más le va. Una curiosa paradoja para quien siempre ha estado vinculada a los ambientes musicales elegantes y urbanitas.

Para los que os apetezca recordar aquellos mágicos tiempos musicales de los 80, o para los que no tuvísteis la suerte de llegar a conocerlos, siempre quedan los vídeos. Yo recomiendo dos de mis canciones favoritas de Sade:
 Me gustaría dedicar esta entrada a mi entrañable amigo el poeta Jesús Díaz Insua, en recuerdo de las noches de cafés y buena música en Monforte de Lemos.



8 comentarios:

  1. Muchas felicidades por la bellísima entrada. Yo creo que mi amigo Luis M. Álvarez tendría algo que comentar. Es cuerto que "Promise" es un disco prodigioso, redondo, pero creo que "Stronger than Pride", más arriesgado, ha envejecido mejor que los anteriores, pues su sonoridad rítmica es fascinante. De "Love Deluxe" yo mencionaría como tema sobrecogedor "Pearls", quizá el más vinculado a África. En fin, Sade es toda ella un icono arrebatador. Recuerdo haberla pintado al óleo a partir de una humildísima foto en blanco y negro, sacada de un periódico (creo que lo tiene colgado en casa el primo Carlos). Muchos recuerdos a Jesús.

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    1. Tienes razón, María. La perla escondida en Love de Luxe es Pearls, una pieza con una instrumentación sinfónica que consigue pararte el pulso y la respiración. En absoluto es ese más de lo mismo que criticaba José Biedma, que puede tener razón en otras canciones pero no en esta, una melodía que se codea con los más grandes temas de Sting, y que cuenta una historia que emociona.

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  2. Muchas gracias por tu comentario. Mientras preparaba el texto he tenido ocasión de escuchar todos los discos de su producción, y a mí me sigue pareciendo tan fantástica como hace 30 años. Tengo grabados sus temas en el ADN, de tanto que han vivido conmigo. Debías hacerte con una foto de ese cuadro, que recuerdo solo vagamente, para ponerlo aquí. Voy a hacer alguna gestión al respecto. Y a ver si Luis se anima a decir algo.

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  3. ¡Qué sorpreson de entrada!A mi me gusta su música desde que la descubrí allá por los 80,y nunca he dejado de escucharla;de hecho,llevo en el coche un disco en directo de su última gira en el que suenan todos los temas que has destacado,y otro que suelo repetir,By tour si de,una auténtica delicia con una voz envolvente.Muchas gracias por destacar a esta magnifica artista capaz de sustraerse a lo más zafio del éxito.

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  4. Muchas gracias. Como siempre, tú y yo coincidiendo en todo tipo de cosas.

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  5. Qué decir después de un artículo tan brillante, tan completo y precioso!! Simplemente que me ha hecho revivir con emoción aquella época en que tan deslumbrante figura surgió en el panorama musical. Elegante, sensual, sofisticada con una voz de terciopelo, arropada por una música de una exquisita calidad. No había nada parecido. Una armonía perfecta entre la belleza de Sade y su música. Por tu artículo, como siempre, he adquirido conocimiento sobre aspectos que desconocía y que engrandecen más a esta genial artista. Y muchísimas gracias por acordarte de mí. Esto me emociona y me reafirma en lo maravilloso de la amistad.

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  6. Muchas gracias, Jesús. Todo nuestro cariño también para ti.

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  7. Me la he zampado de cabo a rabo, con enlaces musicales incluidos. Fui uno de esos millones de admiradores de Sade en los años ochenta, todo lo que oído después me ha parecido más de lo mismo, pero no deja de gustarme aquel primer disco que retomo de vez en cuando. Una chica con estilo, y con un timbre de voz que me enamora... Ah¡, también a mí me encanta IT'S A CRIME, que, según creo recordar era más bien pregunta que proposición... Gracias por la entrada.

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