domingo, 20 de septiembre de 2015

MARJORIE TOPLEY, UNA ANTROPÓLOGA EN EL LEJANO ORIENTE

Marjorie Topley examinando unos textos
Retomamos la serie de biografías de antropólogos con una figura poco conocida pero muy especial: Marjorie Topley, una pionera en el campo de la investigación  antropológica realizada en China. A pesar de haber introducido nuevos métodos de trabajo en la disciplina durante un momento crucial para su transformación, la posguerra, su nombre no figura entre los grandes de la disciplina. Un motivo adicional para prestarle aquí toda la atención que merece.
Un tortuoso camino hacia la Antropología
Marjorie Doreen Wills nació en Londres en 1.927. De pequeña quería ser arqueóloga y tal era su ilusión que hasta se atrevió a escribir a uno de los más famosos egiptólogos de la época, sir Flinders Petrie (1.853-1.942), para pedirle su consejo. El lord le contestó que sólo siendo hombre y rico podría dedicarse a la arqueología. Tras esa descorazonadora y disuasoria opinión, Marjorie se quedó durante un tiempo sin un objetivo claro en su vida. Tuvo también la mala suerte de vivir su adolescencia durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de su innegable inteligencia, no logró superar el examen de escolaridad y sólo encontró, como salida profesional, aprender taquigrafía y mecanografía. Aquel callejón sin salida le causaba tanta infelicidad que el director del centro donde cursaba sus estudios le ayudó a entrar en el City of London College. Allí obtuvo un premio con el que pudo pagar sus estudios superiores, lo cual le permitió preparar su examen de acceso a la prestigiosa London School of Economics (LSE), a la que consiguió entrar. Todo un éxito para alguien a quien se le había negado el certificado más básico.



Pero Marjorie seguía muy desorientada acerca de qué carrera profesional se avenía mejor a sus gustos e intereses intelectuales. Su primer año en la LSE estudió Geografía pero la disciplina no resultó de su agrado y cambió a Sociología. Pronto perdió también el interés por esta materia, que encontraba demasiado apegada al sentido común. La Antropología no entraba en sus planes, dado que el jefe del departamento, el gran Raymond Firth, había decretado que los estudiantes de nivel universitario no podían cursar la materia, porque ésta tenía una orientación relativista y potencialmente perturbadora para las mentes jóvenes, todavía en formación, de manera que sólo podían seguirse estudios en Antropología como posgrado.

Raymon Firth, un gigante de la Antropología
 Afortunadamente, R. Firth acabó cambiando de opinión y Marjorie pudo iniciar su carrera en Antropología. Le cabe el honor de haber sido la primera estudiante universitaria de la disciplina. Tuvo la suerte de asistir al célebre seminario que impartió Malinowski ese semestre, el cual continuó Firth, y la experiencia fue tan intensa que confirmó definitivamente su vocación. Sin embargo, su situación en la LSE era bastante peculiar: sus compañeros de clase eran estudiantes de posgrado que ya habían realizado trabajo de campo, mientras que ella era todavía una simple estudiante universitaria que se limitaba a escribir pequeños ensayos. Otra circunstancia que cercenó sus vuelos intelectuales fue el hecho de contraer matrimonio. Lo hizo con Kenneth Wallis Joseph Topley (1.922-2.007), un estudiante de Ciencias Políticas a quien había conocido en el efervescente ambiente intelectual de la London School of Economics.


Una antropóloga en China
La formación teórica de Marjorie terminó cuando su esposo fue designado para formar parte del servicio colonial inglés en el Lejano Oriente. Tras estudiar ambos chino en Londres y perfeccionar el cantonés en Macao, viajaron Singapur en 1.951, en una época en que se estaban produciendo violentas protestas contra los poderes imperiales británicos.
Es Singapur, donde permaneció hasta 1.955, Marjorie trabajó como curadora de Antropología en el museo Raffles, y aprovechó aquella estancia para completar un doctorado en la LSE como estudiante externa. Después abordó una investigación intensiva sobre las vegetarian halls  o casas vegetarianas entre las inmigrantes cantonesas. Su tesis doctoral de 1.958 versó sobre la organización social de las mujeres chinas.
El matrimonio Topley vivió en Hong Kong entre 1.955 y 1.983. A pesar de su elevada cualificación, Marjorie no disfrutó de ningún empleo académico a jornada completa, aunque sí desarrolló un intenso programa de actividades relacionales relacionadas con la Antropología. Así, participó en conferencias internacionales y llegó a publicar su trabajo en las revistas especializadas más importantes. Uno de sus principales contribuciones intelectuales fue su intervención en la Royal Asiatic Society, en cuya renovación participó. Fue Vicepresidenta de la Sociedad de 1.966 a 1.972, y Presidenta desde entonces hasta su jubilación en 1.983.

Hong Kong años 50, con todas sus contradicciones al descubierto. Fotografía de Fan- Ho
Un nuevo enfoque disciplinar
Lo más importante de su aportación a la disciplina fue su nuevo enfoque en Antropología social en Asia durante la Guerra Fría. Aunque China comenzaba entonces a abrirse al mundo exterior, a Marjorie no le fue posible realizar trabajo de campo allí sino que tuvo que centrarse en Hong  Kong y Taiwán. Haciendo de la necesidad virtud, Marjorie abrió camino a un nuevo tipo de teoría y práctica antropológica en centros urbanos, apartándose del funcionalismo dominante entre sus colegas británicos. Sus temas preferidos fueron la Antropología de la religión, la economía y la medicina, abordándolas mediante estrategias innovadoras y con una observación empírica detallada. La autora es particularmente conocida por sus estudios sobre género y emigración, y por haber refinado y difundido estos nuevos métodos de trabajo en la década de los 50, adaptando la Antropología al mundo urbano en el seno de sociedades complejas. En el campo de la medicina, exploró de manera muy inteligente las relaciones entre la medicina china y la occidental. El magisterio de Raymond Firth se demuestra en su atención a los problemas de índole económica, como los de la propiedad colectiva. Entre  sus títulos destacan “Cantonese Society in Hong Kong and Singapore: Gender, Religión, Medicine  and Money”, y Marriage  Resistance  (1978), un auténtico clásico en el campo de la Antropología hecha en China y de los estudios de género. Aunque las situaciones y creencias a las que se refiere ese libro hace tiempo que han desaparecido, su trabajo tiene un valor documental impresionante y, además, debemos tener en cuenta que las formas de vida cultural antiguas no desaparecen de la noche a la mañana sino que, pese al cambio social, quedan rastros de las mismas en la memoria colectiva.
Sobre el trabajo pionero de M. Topley tenéis disponible esta entrada: http://mujeresparalahistoria.blogspot.com.es/2015/10/las-hermandades-de-la-orquidea-dorada.html

Marjorie, divorciada de su esposo, regresó a Inglaterra en 1983, y, aunque jubilada, no abandonó totalmente la investigación ni la tarea de difusión de la Antropología. Retornó después a Macao y finalmente murió en Inglaterra en 2010.


Fuentes consultadas:
-DeBernardi, Jean (ed.): Cantonese Society in Hong Kong and Singapore. Prólogo de Robert Nield. Royal Asiatic Society, 2011

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