Marjorie Topley examinando unos textos |
Un tortuoso camino hacia la Antropología
Marjorie Doreen Wills nació en Londres en 1.927. De pequeña quería ser arqueóloga y tal era su ilusión que hasta se atrevió a escribir a uno de los más famosos egiptólogos de la época, sir Flinders Petrie (1.853-1.942), para pedirle su consejo. El lord le contestó que sólo siendo hombre y rico podría dedicarse a la arqueología. Tras esa descorazonadora y disuasoria opinión, Marjorie se quedó durante un tiempo sin un objetivo claro en su vida. Tuvo también la mala suerte de vivir su adolescencia durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de su innegable inteligencia, no logró superar el examen de escolaridad y sólo encontró, como salida profesional, aprender taquigrafía y mecanografía. Aquel callejón sin salida le causaba tanta infelicidad que el director del centro donde cursaba sus estudios le ayudó a entrar en el City of London College. Allí obtuvo un premio con el que pudo pagar sus estudios superiores, lo cual le permitió preparar su examen de acceso a la prestigiosa London School of Economics (LSE), a la que consiguió entrar. Todo un éxito para alguien a quien se le había negado el certificado más básico.