"En públicas disputas venció a los mayores Filósofos de su tiempo, perpetua amante de tan pobre marido. Loable mujer, en quien estímulo de gloria hizo despreciar riquezas, no menos aptas a perderse por liberalidad extremada, que a marchitarse por avaricia encogida."
Gerónimo Fernández de Mata, Crates e Hiparchia..., 1637
¿Crates e Hiparquía? Pintura romana del siglo I del Jardín de Villa Farnesina. |
Cuenta el gran doxógrafo Diógenes Laercio (180-240 d. C.) que Crates, discípulo de Diógenes de Sinope alias El Cínico (412-323 a. C.), sedujo con sus discursos a Hiparquía la maronita (῾Ιπαρχíα), mujer inteligente, noble y hermosa. La tracia quedó tan fascinada por las razones del tebano que cortó con todos los pretendientes que la acosaban ofreciéndole joyas y honores.
Asustados, los padres se opusieron a tal unión, pero Hiparquía amenazó con el suicidio si no la casaban con Crates. Los padres presionaron a Crates para que la disuadiera y este accedió, pero nada consiguió mostrándole su pobre mobiliario y miserables hábitos de vida... Hiparquía estaba decidida a adoptarlos.