jueves, 29 de mayo de 2014

EL HOMBRE A TRAVÉS DEL CUAL BAILA LA VIDA

 
 Acabo de encontrar en el bolsillo de la chaqueta de mi padre un breve poema que dice:

           “No volverá
            ni un segundo
            ni un aire
            ni uno mismo.

           Es lo suyo”

   Está firmado por Antonio García Soler, a quien no conozco. La  pregunta que me hago es, cómo pudo mi padre, pescador y marinero de una pequeña aldea griega, aficionarse a la poesía. Y entonces recuerdo unos acontecimientos sucedidos hace muchos años, que nos dejaron a todos una profunda huella, y a mi padre, quizás, algún libro de poesía.


   Cuando yo tenía unos siete años, y la aldea era todavía más pequeña que ahora, llegaron a ella dos extraños: uno, extranjero, siempre bien vestido y peinado, cargado con un cofre lleno de libros y los documentos que lo acreditaban como dueño de la antigua mina de lignito; el otro, un ser extraordinario: un hombre que se comunicaba con sus ojos profundos –me daban miedo, ya que pensaba que en ellos se volcaba el alma de su propietario, pero a su vez, que eran capaces de asomarse al alma de cualquiera que los mirase - , su risa estruendosa, fuerte e intempestiva, pero, sobre todo, con el baile. Su único equipaje era un sarturi. Ellos fueron los principales protagonistas de cualquier hecho de la isla, casi desde que Zeus llegó con Europa a estas playas.


viernes, 16 de mayo de 2014

COLONIALISMO Y POS-COLONIALISMO EN TORNO A JANE EYRE

Jane Eyre es una obra literaria fascinante, a la vez genial y extraña. Pero no convocamos aquí a esta célebre novela decimonónica para discutir sus méritos artísticos sino como testigo del contexto colonial en el cual fue escrita: Jamaica, Madeira y la India son, además de Inglaterra, las localizaciones a las que se refiere el relato, en cuyo desarrollo tienen una trascendental influencia. No solo son fuentes de riqueza o de poder para sus personajes sino que Charlotte Brontë diseñó la biografía de Jane Eyre, en gran medida, en contraste con la de Bertha Mason, la loca y degenerada criolla encerrada en el desván de Thornfield Hall. Podemos plantearnos si esa relación guarda algún paralelismo con la forma de actuación del imperio colonial británico, que explotó y arrinconó socialmente a los nativos de los territorios de ultramar, justificando tal dominio por sus costumbres degradadas y su inferioridad racial. Vamos a explorar aquí las posibilidades de ese extraordinario relato desde la perspectiva menos habitual para su estudio, la del colonialismo y postcolonialismo.
 1. Jane Eyre, heroína burguesa
La parte principal de la narración se desarrolla al norte de Inglaterra, en el segundo cuarto del siglo XIX, un período de fuertes convulsiones sociales: la revolución industrial, el ascenso de la burguesía al poder, el cambio en las colonias de un sistema esclavista al de mano de obra libre…Charlotte Brontë (1816-1855) vivía con sus geniales hermanas Anne y Emily- autora de Cumbres borrascosas-, leyendo vorazmente y construyendo reinos de ficción en la pequeña rectoría que tenía encomendada su padre, en el condado de Yorkshire.