sábado, 16 de abril de 2022

MARIANNE VON MARTÍNEZ

 

«La vieja madera se enciende fácilmente, 
y más que las verdes ramas, se inflama y brilla»

Metastasio 


Marianne von Martínez 1744-1812. Compositora e intérprete

Hacia la mitad del siglo XVIII, llamado Siglo de las luces, Franz Joseph Haydn pasaba apuros económicos en Viena. Vivía en el desván de la misma casa que habitaba la princesa Esterházy, ya viuda, quien pudo haber influido en que sus hijos contrataran en 1761 como maestro de capilla al violinista y músico que luego se haría famoso, que viajaría a Londres, allí sería aplaudido, y volvería a Viena en 1795 ya consagrado como el compositor más grande de Europa. 

En la misma casa vienesa de Michaelerplatz donde Haydn se alojaba y sobrevivía como violinista y maestro de música en la buhardilla, vivía, en niveles más confortables, Pietro Trapassi, más conocido como Metastasio, poeta oficial de la corte imperial y libretista de ópera. Y, ¡afortunados azares o que los genios se buscan y hermanan!, en la misma casa de Viena también se alojaba la familia Martínez.

¡Sí, Martínez! Aunque Nicolás o Nicolo Martínez había nacido en Nápoles en 1689, era de origen español. Luchó en Alemania a favor de Carlos VI y allí conoció a Maria Theresia, con quien se casó. Finalmente encontró un puesto en la embajada papal del imperio austríaco como Maestro di Camera (agente de ceremonias) del nuncio apostólico. Era muy aficionado a la música y facilitó una excelente educación a sus hijas. 

Antigua representación de la Michaelerplatz,
en uno de cuyos edificios coincidieron Porpora,
Metastasio, Haydn y la familia Martínez.


Metastasio desde su juventud fue gran amigo de Nicolo, padre de Anna Caterina, bautizada en 1744 con este nombre, pero quien de adulta adoptó el de Marianne von Martínez. Joseph Haydn se ocupó de su educación como teclista y Nicola Porpora, que también vivía en una planta de la Michaelerhaus, de su educación en composición y canto. Porpora fue maestro y amigo del famosísimo castrato Farinelli. Mariana tuvo otras importantes influencias en su formación musical como Johann Adolph Hasse y llegará a ser célebre concertista y compositora, reconocida por los mejores músicos de su época. Haydn le llamaba "la pequeña española" (Die kleine Spanierin).

Retrato de la emperatriz María Teresa de Austria.
Con motivo de su visita a Esterháza en 1773
Haydn compuso una sinfonía ex profeso para la ocasión.

La Viena de la época de Mariana era centro y capital -al menos nominal- del Sacro Imperio Romano Germánico, que liquidará Napoleón en 1806 cuando Haydn alcance la cima de su fama. Como la emperatriz María Teresa era también reina de Hungría, esta doble monarquía servía de eje central de un estado en que estaban representadas la mayoría de las etnias centroeuropeas. Austria incluía Bohemia, Moravia, Serbia, Bosnia, Valaquia, parte de Polonia y el norte de Italia. Reina ilustre e ilustrada, María Teresa quiso emprender parecidas reformas a las de Federico II en Prusia, pero encontró mayores resistencias en unos dominios tan heterogéneos, sus cambios fueron continuados por su hijo José II, pero frenados por su sucesor Leopoldo II, a causa del miedo a la revolución que se había producido en Francia.

Mariana Martínez, discípula de Haydn
por mediación del poeta y libretista Metastasio.
(Los dioses de la música, II. Planeta 1992)
.

Al comienzo del verano de 1730 el poeta Pietro Metastasio se había instalado en Viena en la residencia de su amigo el español de Nápoles Nicolás Martínez, con el que continuó hasta su muerte porque se enamoró de su hija, la cantante, pianista y compositora Marianne von Martínez, su último amor. Entre 1730 y 1740 Metastasio había escrito sus más bellos dramas líricos en intervalos increíblemente cortos; Achille en dieciocho días, Ipermestra en nueve solamente. Todo el mundo, poeta, compositor, copistas, cantantes, escenógrafos, trabajaban de forma frenética. Y Metastasio dirigía todo hasta en los menores detalles. Mariana nació cuatro años después, en 1744.

Desde su niñez, precoz como Mozart, Mariana interpretó para la corte imperial sorprendiendo a todos por su talento musical. Llamaba la atención por su maravillosa voz y su habilidad con el teclado. Adulta, era requerida a menudo por la emperatriz María Teresa. Se la llegó a comparar con Bach por su virtuosismo en los instrumentos de tecla y fue admitida por la Academia Filarmónica de Boloña en 1773.

Al parecer, componía ella misma piezas que interpretaba. Escribió cantatas seculares y dos oratorios que se conservan con texto italiano escrito por Metastasio. A nosotros han llegado además cuatro misas, seis motetes, tres sonatas, un concierto para teclado y una sinfonía. Su tercera misa fue estrenada en 1761 y uno de sus oratorios en 1882 junto a obras de Haydn, Mozart, el joven Beethoven y Haendel.

Pietro Metastasio (Roma 1698- Viena 1782)


Junto con su hermana, Mariana cuidó del poeta Metastasio, su amigo y amante a pesar de la diferencia de cuarenta y seis años. ¡Ya se sabe que Eros es ciego, aunque a veces mira, ve y prevé con su tercer ojo! Metastasio dejó en herencia un gran capital a la familia Martínez con cinco hijos. A Mariana, 20.000 florines, su clavicordio y su biblioteca musical. 

Las hermanas Martínez organizaban veladas musicales que se hicieron famosas en Viena y a las que acudían los mejores músicos del momento. Mozart escribió sonatas a cuatro manos para interpretarlas con Marianne. En 1790 abrió en Viena escuela de canto donde se formaron importantes intérpretes del bel canto. Falleció el 13 de diciembre de 1812.

Portada del vinilo con la grabación de un concierto
y una sinfonía de Marianne von Martínez.

En España, Andrés Ruiz Tarazona liberó a la compositora de injusto olvido publicando su Concierto para clave en la mayor y su Sinfonía en do mayor. Esta última se estrenó en Valladolid en 1978 dirigida por José Buenagu quien la revisó y la reorquestó. Se trata de una obra clásica de estilo galante, pero que contiene ya un embrión de sensibilidad romántica (Empfindsamkeit). Ruiz Tarazona considera admirable su Andante ma non troppo por su encanto y sencillez (ecos de la sinfonía de Arriaga), y describe como muy españoles los ritmos y cadencias de su allegro final, que recuerdan a Scarlatti o Soler. Se dice que Mariana también estimó el estilo barroco, sirviéndose de él para algunas de sus composiciones. 

Más sobre Marianne von Martínez y su música:

En radio clásica. Todas las mañanas del mundo. "Marianne von Martínez"

En radio 5 "Cuaderno de notas": Marianne von Martínez, "La pequeña española".

2 comentarios:

  1. Un gran acierto este texto, que nos habla de cómo los genios coinciden, se conocen, se transforman mutuamente y luego pasan a la historia. ¿Puede ser casualidad que el talento de Marianne coincidiese con el de Haydn, Porpora, Hasse y Metastasio? ¿O se reforzaron mutuamente sus habilidades, la seguridad necesaria en uno mismo para poder crear? Otro ejemplo: en 1895, los Hermanos Lumiere presentaron en el Salon Indien del Café de París, ante un selecto público, sus cortas películas casi domésticas. ¿Llamaremos casualidad también a que, de aquella reunión, saliera un genio como Méliès, que se estaba dedicando entonces a la magia, o la directora, productora y actriz Alice Guy, a la que debemos el primer film narrativo de la historia? Otro tema fundamental es el apoyo del padre a la hija creadora: si la reserva al matrimonio, adiós carrera artística. Marianne tuvo la suerte de que su padre apostó por ella. En cambio, Leopold Mozart decidió dar una educación musical diferenciada a sus pequeños Nannerl (Ana María) y a Wolfie, por las mismas fechas en que Marianne crecía en estatura artística. Todos conocemos el descomunal talento de Wolfgang Amadeus, pero solo podemos imaginar qué nos hemos perdido respecto a Nannerl, también niña prodigio, porque su padre se negó a enseñarle composición y a permitirle que tocase el violín. Todo porque la reservaba para una boda de conveniencia. Pobre Nannerl, y pobres de nosotros, que nunca sabremos de lo que habría sido capaz.

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  2. Pues sí, estimada amiga Encarnación, no es fácil conciliar los intereses de la vida, los de la vida social, y los de la vida cultural. Hijos, estatus o arte. Algunas lo consiguen. ¡Fuerzas de la humana naturaleza! Al fin, el espíritu sopla donde quiere.

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