martes, 28 de abril de 2020

SOMBRA DE CORNIFICIA


 
Representación imaginaria de Cornificia

Cornificia fue hija de Quinto Cornificio, amigo y compañero de Cicerón según Manuel Valbuena, y hermana del poeta, pretor y augur Cornificio, del que se dice que escribió un tratado de etimologías. Pertenece a la última generación de la Roma republicana (I a. C.), la misma de Catulo. Puede que sea a su marido Camerio, a quien cite en su poema LV. Como Catulo, Cornificia perteneció al grupo de los poetas renovadores: “Neoterios”, cultistas que, inspirados en las clásicas epopeyas griegas, buscaban pureza estética, propiedad lingüística, vocabulario selecto, polimetría y perfección métrica. Su género favorito, el epilio, era una epopeya pequeña de gusto alejandrino.

En esta época, la cultura intelectual va prendiendo en la burguesía romana enriquecida por el comercio y una paz universal. Las mujeres cobran en esa sociedad cada vez más relieve, dando impulso a refinamientos ingeniosos y de “buen tono” en eventos “de salón” con un fondo común de cortesía, en el que la poesía encuentra condiciones favorables, parangonándose Roma con la Alejandría de los primeros Ptolomeos en un clima de helenismo mundano y cosmopolita.



En tiempos de San Jerónimo (347-420 d. C.) aún se conservaban los “distinguidos epigramas” (insignias Epigrammata) de Cornificia. El maestro cristiano elogia mucho sus poesías. Giovanni Bocaccio (1313-1375) le dedica el capítulo LXXXVI de su tratado De las mujeres ilustres, donde le hace también maestra de epitafios (“títulos de sepulturas insignes”). Como el artículo del autor del Decamerón es un hermoso canto a la libertad creadora de las mujeres, añado aquí una larga cita de la bella versión en romance de Paulo Hurus, editada en Zaragoza en 1492, modernizando levemente el texto:


Cornificia, si fue romana o extranjera no me acuerdo haberlo hallado, pero según el testimonio de los antiguos fue digna de memoria, y en el tiempo de César Octaviano fue tenida por tan docta en poesía que no parecía criada con leche italiana, mas con el agua de Castalia. Y parecía igual en gloria a su hermano carnal Cornificio, que era el más insigne poeta de aquel siglo y tiempo. Y no contenta de facultad tan insigne, tanto fue en palabras valiente y maravillosa, ayudándole e induciéndole a esto las sacras musas, que puso muchas veces sus doctas manos a escribir el verso heliconio, dejada aparte la rueca, y escribió muchos títulos de sepulturas insignes, que en el tiempo de san Jerónimo, varón santísimo, según él atestigua estaban en gran precio y estima. Mas si llegaron a los siglos y tiempos que después se siguieron, no lo tengo por bastante cierto.
 ¡O honra de las mujeres, haber dejado las cosas de mujer y puesto el ánimo y dándose a los estudios de los grandes poetas! Tengan vergüenza las negligentes y que de sí mucho desconfían, las cuales como nacidas para el ocio y en los tálamos se dan a entender no ser buenas sino para ayuntarse con los hombres y concebir y parir y criar sus fijos. Como todas las cosas que hacen a los hombres gloriosos, si quisieren trabajar en los estudios, tengan con ellos comunes [estudios]. Ésta [Cornificia] pudo, no desechadas las fuerzas de la natura, con el ingenio y con trabajo honesto alcanzar renombre perpetuo, y no vulgar ni popular, mas tal que muy raro y tarde aún los excelentes hombres lo alcanzan.



Cristina de Pizán en La ciudad de las damas afirma que sus padres mandaron a Cornificia a la escuela con su hermano, con el engaño de que ambos eran chicos y que no sólo llegó a ser consumada poetisa, sino también filósofa, escribiendo libros que san Gregorio cita. Por desgracia y por el momento, es obra perdida. Hoy pervive un monumento a Cornificia y a su hermano en Roma. No he podido encontrar dónde.




1 comentario:

  1. Maravillosa Cornificia, intelectual que trabajó la poesía y la reflexión teórica. A ella se atribuye la frase "La ciencia es la única cosa independiente de la fortuna". Enhorabuena al autor por traerla a la luz entre nuestras Ateneas.

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