Desde que leí que, hace unos meses, fueron sustraidos 3000
carteles en las calles de Valencia que anunciaban un festival de cine, porque
tenían las codiciadas imágenes de la ilustradora Paula Bonet, supe que era una
artista a descubrir. Y hoy he comprado su libro Qué hacer cuando en la pantalla aparece
THE END, y todavía estoy deslumbrada, de ahí la idea de compartir aquí su trabajo, probablemente a la altura
de los ilustradores franceses Rébecca Dautremer y Benjamin Lacombe, que
ya han aparecido en este blog.
Paula Bonet, nacida en Vila-Real (Castellón) en 1980, procede de esa
prodigiosa fábrica de talentos que es la
Universidad Politécnica de Valencia. Realizó ampliación de estudios en Chile, Nueva York e Italia,
estancias enriquecedoras que le sirvieron
para abrir la mente a nuevas experiencias artísticas. Hasta el año 2009 se dedicó al óleo, y después pasó a la ilustración por pura casualidad, aunque en este ámbito ha encontrado sus verdaderas señas de
identidad. Para ella, este medio le permite una mayor rapidez en la ejecución
del trabajo, sin perder la eficiencia expresiva. Incluso ha dibujado al ritmo
de un concierto en la librería Shakespeare
and Company de París. Dibuja compulsivamente con
bolígrafo, tinta china mezclada con pintura acrílica, acuarelas, lápices de colores y rotuladores.