miércoles, 4 de septiembre de 2024

PATROCINIO DE BIEDMA



Patrocinio de Biedma (1845-1927) nació en Begíjar de una noble familia andaluza, un pueblo olivarero con algo más de 500 habitantes a seis kilómetros de Baeza (Santo Reino de Jaén). Vivió en Baeza cuando casó con quince o dieciséis años, edad frecuente entonces para tal evento, con el hijo baezano de un marqués: José María de Quadros. Mátrimonio feliz, aunque trágicamente perdió por muerte prematura y consecutiva tres hijos.

Huérfana de padre con cuatro años, Patrocinio fue educada "bajo la dulce y suave presa de la voluntad" de su madre. Pronto mostró sus excelentes dotes de intelectual y escritora y fue requerida por la prensa madrileña y nacional.

En 1872 publicó su libro Guirnalda de Pensamientos, escrito tres años antes y dedicado a su hijo difunto José María del Olvido. Tras enviudar con 28 años, fue Invitada por su íntima amiga, la aristócrata Prudencia G. San Román, Condesa Rattazzi (1831-1943) y sobrina de Napoleón, personalidad "escandalosa" de la época y símbolo de la bohemia. Madamme Rattazzi era muy buena amiga de Patrocinio de Biedma y de la extraordinaria escritora Emilia Pardo Bazán.


Patrocinio se enamoró de Cádiz y del mar en 1875. La Tácita de plata tenía capital protagonismo intelectual en aquellos años debido al desarrollo económico que le proporcionaba el transporte marítimo y ferroviario. Nuestra escritora llegó a definirse como madrileña por los gustos, andaluza por nacimiento y gaditana por el deseo.

Tras la muerte de su madre, celebró segundas nupcias con José Rodríguez y Rodríguez, director de Crónica Gaditana y archivero de la Diputación. Los novios fueron apadrinados por Alfonso XII.

Creó un orfanato "El Patrocinio, o Casa de los niños" y en honor de sus trabajos en pro de la infancia fue distinguida con la Cruz de la Orden Civil de la Beneficencia de Primera Clase. En 1897 organizó en el Ateneo de Cádiz una velada en memoria de Concepción Arenal y consiguió del Ayuntamiento que pusiera el nombre de la famosa jurista y socióloga a la "calle de la cárcel".


Firmaba sus cuantiosos artículos y publicaciones con el seudónimo «Ticiano Imab». También tradujo del catalán, en versos castellanos, la tragedia La sombra de César de Víctor Balaguer.

La revista Cádiz. Artes, Letras y Ciencias, vio la luz el 10 de mayo de 1877 hasta 1880. Se convirtió en el órgano de la Federación Literaria Andaluza, proyecto liderado y presidido por Patrocinio de Biedma y que vio la luz en 1878.

La revista tejió redes de colaboración editorial femenina y a favor de la emancipación de la mujer, apoyó la descentralización literaria y el surgimiento de una literatura propia andaluza. Ganó prestigio por las brillantes y prestigiosas firmas con que contaba. La intelectual jiennense fue cada vez más celebrada también en los círculos populares gaditanos. En 1878 fue mencionada en las letras de una agrupación del Carnaval:

Lo mejor del mundo es Cádiz

Que tiene el mar por anillo

Y del Cádiz y del mundo

Lo mejor es, Patrocinio.

Amiga de la educación universal y pacifista militante, en 1898 fue nombrada vicepresidenta en España de la «Ligue des femmes pour le desarmement international» (Liga de las Mujeres para el Desarme Internacional). Sin embargo, no defendió el sufragio femenino pues sabía que en aquellos tiempos el voto femenino se decidiría «por el capricho del padre, el amigo o el marido», y no por el propio criterio de la mujer.


Patrocinio igualmente compone versos que filosofa. Justifica sus ambiciones pedagógicas y regeneradoras de la vida nacional del siguiente modo:

«Para llevar a un pueblo a su regeneración, pa­ra hacerlo digno de conseguir y conservar su engrandecimiento, hay que educarlo en ese alimento intelectual que se llama ilustración; hay que esparcir sobre la realidad sombría de sus miserias, la idealidad brillante de las artes, despernando sus aspiraciones por el bien y para el bien; hay que mostrarle esos ignorados caminos que a tan altos destinos conducen; hay que hacerle saber que Dios le ha dado un pensamiento y un corazón, y que cada hombre está obligado a saber pensar y a saber sentir, si quiere ser en el gran concierto de la vida algo más que un puñado de polvo animado para las groseras sensaciones, muere para los altos fines de las aspiraciones del al­ma»

En 1914 enviudó por segunda vez. Falleció en Cádiz el 14 de septiembre de 1927. En Begíjar se conserva su casa natal (casa solariega de la aristocracia rural del XVIII) y una calle lleva su nombre.


"Dama del gran mundo" como la llama Concepción Jimeno, Patrocinio fue una de las mujeres más activas, visionarias e innovadoras en la España de la segunda mitad del siglo XIX, traducida y celebrada en Francia y Alemania. Es triste que se la recuerde tan poco en nuestro solar hispano, tan acostumbrados como estamos a despreciar lo propio sin alcanzar a comprender su verdadero valor. Nos dejó más de una docena de novelas, algunas costumbristas, media docena de poemarios, un interesante epistolario e innumerables, profundos y adelantados artículos de opinión. Fue también periodista y defensora de causas inéditas (para una fémina del XIX), se posicionó por ejemplo a favor de hacer navegable el Guadalquivir entre Sevilla y Cádiz por considerarlo motor de desarrollo, o intercedió entre Isabel II e Isaac Peral para facilitar la financiación del submarino.

Críticos hay que la comparan con Rosalía de Castro o con Fernán Caballero, tal que "mujer guerrera" que se enfrentó a los cánones de una época poco propicia para las de su sexo, una amazona de las libertades, una patriota auténtica con su pluma como arma. Desde luego, consta que fue leída y admirada por las mentes masculinas más importantes de su tiempo.

Notas

Más información sobre Patrocinio de Biedma:

http://patrociniodebiedma.blogspot.com/

El busto de cerámica de Patrocinio, al principio de esta entrada es de Alfonso Sáez, alfarero bailenense.

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