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lunes, 11 de enero de 2021

LA INFANCIA DE LAS PALABRAS (Poesía, memoria y olvido)

                                                                                                                  MIGUEL FLORIÁN
Los Arqueólogos, de G. Chirico
Memoria y conciencia
El hombre es un animal que recuerda en exceso aseguró Nietzsche -¡él que hiciera suya la desmesura del eterno retorno de lo idéntico…! La memoria, de agigantarse, nos detiene en el pasado, disipándose el presente hasta reducirse a un simulacro de lo vivido. La hipertrofia del recuerdo conduce al entumeci­miento, a una quietud que aproxima el alma a la rigidez de la piedra. La evocación fiel y precisa amenaza el libre desenvolvimiento del devenir. Pero si ese exceso de memoria resulta nocivo lo es asimismo su defecto, porque el ser humano se constituye de olvido, y de recuerdo.

La capacidad de retener información no sólo es humana: cuanto existe, existe porque recuerda. El astro que, monótono, se sostiene en su órbita, las partículas imperceptibles que armoniosamente se ordenan en el cristal; todo parece someterse a un principio estructurador que se asienta en la repetición. El zigoto porta ya, ínsito, toda la información oportuna para el desarrollo espacioso de unas estructuras innatas que, al desplegarse, conformarán el animal adulto. La mor­fogénesis humana se somete a un proceso semejante. Es sorpren­dente -y terrible- darse cuenta de cómo en la naturaleza se dispersan principios organizativos, principios germinales (los spermata de Anaxágoras, los eîdos platónicos) que, a modo de moldes intangibles confieren orden y forma a la materia amorfa.

martes, 4 de agosto de 2015

"LA ESTELA DE LOS SIGLOS". Mito y poesía en la obra poética de Miguel Florián (II)


                        Proteo 

Yo vi bajo la noche brotar como un relámpago
un cuerpo evanescente, una llaga de luz.
Me aproximé hasta ella, los árboles ardían,
el río crepitaba. Quedé paralizado,
no logré dar un paso. Un aroma, un perfume
de tiempo ya vivido, de eternidad sin mácula.
No fue un ave, ni el mar, no fue la dicha
de una mujer, su llamarada intacta,
fue el incendio de un dios inapresable.

 De LLUVIAS (1995)



martes, 7 de abril de 2015

"LA CENIZA DEL TIEMPO". MITO Y POESÍA EN LA OBRA LITERARIA DE MIGUEL FLORIÁN ( I )


            Dánae dormida


Te cierras sobre ti,

y no dejas que un ala,
ni un secreto,
ni siquiera un aliento
se te escape. Una y otra vez,
y otra, regresas siempre a ti.


Lo mismo que un océano
de fuego
meciéndose en tus costas.

(De ANTEO, 1994)

viernes, 13 de marzo de 2015

"ME LASTIMAS, BELLEZA". Poemas a la mujer amada en la obra de MIGUEL FLORIAN

RETRATO


El pelo ensortijado
que cae sobre los hombros.
El cuello limpio, alto,
la boca enmudecida.

Se estremecen los álamos.

En ti crece el maizal,
en ti los astros giran
absortos en la noche.


Me lastimas, belleza.