Mostrando entradas con la etiqueta Juan Luis Arsuaga. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Juan Luis Arsuaga. Mostrar todas las entradas

jueves, 23 de octubre de 2014

UN ESPACIO (CASI) FEMENINO; COMADRONAS, MATRONAS, PARTERAS



   En el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua encontramos las definiciones que siguen:

   a)Comadrón,na: m. y f. Partero
   b)Matrona.f.Mujer especialmente autorizada para asistir a las parturientas.
   c)Partero,ra:m.y f. Persona con títulos legales que asiste a la parturienta. Mujer que sin tener estudios o titulación, ayuda o asiste a la parturienta.

   Si las analizamos detenidamente, vemos cómo hay un sesgo de género en el uso de estas palabras que pueden parecer sinónimas. Tanto comadrona como partera se pueden usar tanto en masculino como en femenino, pero lo curioso está en las definiciones de partera/o: mientras que sin marcar la persona que lo ejerce es alguien en posesión de un título legal, en femenino se subraya la carencia de títulos o estudios ,un terreno que durante mucho tiempo le estuvo vedado a las mujeres .Sin embargo, una vez que éstas tuvieron acceso a los estudios y/o titulaciones, se encontraron con la competencia de los practicantes, y mucho tiempo antes con la de los médicos que quisieron tomar para ellos el pastel de la asistencia a partos, eso sí, de las clases más altas.

   Hagamos un repaso por el parto asistido y la formación de comadronas y parteras. Dos textos son esenciales para este trabajo:

martes, 2 de julio de 2013

LA PEQUEÑA BENJAMINA: SOLIDARIDAD EN LA EDAD DE PIEDRA



Benjamina fue una niña que nació en la Sierra de Atapuerca (Burgos), hace unos 530.000 años, aquejada de una gravísima malformación fetal. Pertenecía a la especie Homo heidelbergensis, un escalón evolutivo intermedio entre el Homo antecessor y los neandertales. Lo increíble de su caso es que, a pesar de las extremas condiciones de vida de estos homínidos, la discapacidad de la pequeña Benjamina no fue motivo para que la abandonaran a una muerte segura. Antes bien, cuidaron de ella hasta el final de sus tristes días. Esta es una historia emocionante de solidaridad en la era de las cavernas que nos cuenta la Paleoantropología.
1. El hallazgo de Benjamina



En el yacimiento de la Sima de los Huesos en Atapuerca se han encontrado restos bastantes completos de 32 individuos de la especie Homo heidelbergensis, que vivió en el Paleolítico medio. Entre ellos se cuenta un cráneo infantil, el nº 14, descubierto en las campañas de excavación de 2001 y 2002. Aunque inicialmente se pensó que correspondía a un chico, sus gráciles rasgos acabaron de convencer a los investigadores de que se trataba de una niña, que tendría alrededor de diez años cuando falleció. La reconstrucción de los fragmentos de su cráneo revela que padecía una rara enfermedad, la craneosinostosis. Consiste en que las fontanelas, las suturas entre las diferentes partes del cráneo, se cierran antes de tiempo, ocasionando tanto una asimetría de la cabeza como deformidades cerebrales y retraso psicomotor. Benjamina (nombre que, en hebreo, quiere decir “la más querida”), no podía valerse por sí misma y, a pesar de ello, logró sobrevivir más de diez años en unas condiciones medioambientales verdaderamente adversas. La conclusión no puede ser otra que, hace más de medio millón de años, los miembros de esta especie estaban dispuestos a cargar con sus congéneres discapacitados en sus continuos desplazamientos trashumantes, y a renunciar a parte de su escasa dieta para ayudar a los miembros  más desvalidos del grupo.