Flora meretrix |
La Fundación
Juan March exhibió en Madrid, en 2014, dos pinturas
renacentistas extraordinarias: Flora, de 1589 y Flora meretrix, que se cree que fue pintada después de la anterior, en 1590, por el artista milanés Giuseppe
Arcimboldo, uno de los pintores más originales que registra la historia. Las
dos obras, que inicialmente pertenecieron al emperador Rodolfo II y después a
la reina Cristina de Suecia, tras el saqueo de Praga de 1648, son hoy propiedad
particular y nunca antes habían sido expuestas en público.
La casta Flora |
Su contemplación constituye un auténtico
festín para los sentidos. Logran atrapar
magnéticamente la mirada del espectador y no soltarla hasta que este consigue
localizar el último de los cientos de detalles que esconden, como si se tratara
de un juego de búsqueda y descubrimiento. Estas dos obras, por sí solas, entretienen tanto o más que cualquier otra exposición repleta de
cuadros. Son un universo estético y
simbólico en sí mismas y resulta un gran acierto haberlas confrontado, porque con ello puede
rastrearse el significado completo del mito de Flora, procedente de la
antigüedad clásica.
Cuenta Ovidio, en los Fastos, que la naturaleza era una combinación aburrida de los colores verdes y marrones de la tierra y la hierba hasta que el viento de primavera, Céfiro, secuestró a la ninfa Cloris, que exhalaba rosas por la boca al respirar. Al quedarse embarazada, la ninfa se transformó en la diosa Flora, símbolo de la fecundidad de la primavera, y de la concordia conyugal y familiar. Pero esa visión de la mujer honesta, patrona de las novias y recién casadas, se contrapone a otra imagen más sensual, la del amor pasional de la Flora meretriz. Esta tuvo su origen en una legendaria prostituta romana que, al morir, dejó su fortuna para que se celebrara un festival en su honor, las Floralia, para festejar la sexualidad. Ambas imágenes antitéticas de Flora, de la feminidad de manera más general, ya se habían fundido en la Edad Media. Las encontramos también la famosa Alegoría de la primavera de Botticelli en los Uffizi.
Las diferencias entre los dos cuadros de Flora,
obra de Arcimboldo, son muy evidentes: una representa a una casta matrona, la
otra a una bellísima joven con un seno al descubierto que clava sus ojos en el
espectador para seducirlo con sus encantos. La técnica es también diferente de
manera apreciable, porque los elementos florales se utilizan de una forma mucho
más sutil, suave y delicada la Flora
meretrix , con el fin de producir un efecto de extremada sensualidad: la
delicada piel de la ninfa, cubierta de
un brocado de finísimas flores de tonos nacarados, es algo verdaderamente
inolvidable.
Hay un detalle diferencial más de gran relevancia: en la Flora meretrix las hojas y flores, tomadas todas ellas directamente
de la naturaleza, entretienen al hipnotizado espectador con los animales
escondidos: insectos(mariposas, saltamontes, mariquitas, zapateros, una hormiga
o un gusano), una lagartija, un caracol, los cabellos enrollados como patas de
pulpo…Todos esos animales están asociados al mal, de manera que lo que pueden sugerir es la relación entre la belleza sensual y el pecado.Es muy curioso el detalle la de hormiga cerca de un delicado botón de
camomila que simula el pezón de la ninfa. Nada es gratuito en este cuadro, pues
remite a la historia de la princesa mirmidona Eurimedusa y Zeus, que se convirtió en hormiga para seducirla.
Las dos obras,
con su desatado cromatismo, son una alegoría de la pintura. Recuerdan también
la leyenda de los pintores Pausias de Sición y la talentosa Glycera, quien
inventó en Grecia la pintura de coronas
de flores y rivalizó con su amado,
venciéndolo en la batalla artística entre ambos.
El pintor
manierista Giuseppe Arcimboldo (1526-1593) es un artista verdaderamente singular. Las obras que nos ha legado juegan con los
sentidos del espectador, sorprendiéndolo con imágenes distintas según se fije
la mirada cerca o lejos. En ese sentido, lo más próximo que
podemos encontrar a su trabajo son las los enfoques gestalticos de Escher o
algunas piezas de Dalí, como Gala
contemplando el Mediterráneo que, a 20 metros, se transforma en un retrato
de Abraham Lincoln.
Pero la especialidad de Arcimboldo fueron las teste
composte, unas cabezas compuestas de
elementos, generalmente de la naturaleza, que
combinaba entre sí para simular cabezas alegóricas con su busto. La idea
se le había ocurrido a Leonardo y, de hecho, Arcimboldo es discípulo de
seguidores suyos en Milán. Aunque el resultado de esa composición es siempre
imaginativo, la finalidad de pintor era representar la realidad aunque de forma
fantástica, y siempre los elementos componentes a nivel micro presentan una relación asociativa
de significado con el nivel macro. Así, por ejemplo, en la serie Las Estaciones o en Los Elementos, que pertenecieron al gran coleccionista Felipe II,-lo que nos da idea de la importancia
que este pintor tuvo en su época-, se utilizan productos hortofrutícolas de
cada una de las épocas del año, y la fauna correspondiente a cada medio: el
agua con animales marinos, y la tierra
con animales de caza.La primavera |
Destaca en este pintor su profundo estudio de la
naturaleza, muy afín con la mirada científica del Renacimiento y de los
intereses de sus patronos. Se ha discutido mucho sentido de estas extravagantes
composiciones de Arcimboldo. Para
algunos serían simples divertimentos lúdicos para disfrute cortesano.
Recordemos que Arcimboldo fue pintor de
corte del Sacro Imperio Romano Germánico entre 1562 y 1587, primero en Viena con el emperador
Maximiliano II y después con Rodolfo II
en Praga, donde este gran promotor de las artes y las ciencias trasladó la
capital del imperio. Rodolfo II es un perfecto ejemplo de las contradicciones
del Renacimiento, todavía a caballo entre la Edad Media y la modernidad. El
emperador llenó la corte de magos, alquimistas y astrólogos pero también dio
cobijo a científicos geniales como a Tycho Brahe o Johannes Kepler, a pensadores
heterodoxos como a como Giordano Bruno y a pintores raros como Arcimboldo. Como
Leonardo en la corte de los Sforza en Milán, su principal encomienda era crear
decorados o diseñar vestidos para las fiestas. Se ha dicho que Arcimboldo nunca
podría compararse con el genio de Miguel Ángel, Leonardo o Rafael y, sin duda,
ello es cierto. Este pintor, -al que el rey dejó en libertad para crear lo que
le pareciera y lo colmó de honores y riquezas-, concentró todo su talento en
crear un estilo personalísimo e inconfundible. Introdujo con su virtuosismo miniaturista
una reflexión filosófica sobre las
paradojas visuales, prolongando la
crítica a la validez de las percepciones procedentes de los sentidos.
El bibliotecario |
Tenía una
visión manierista del arte, deformando o
exagerando elementos reales con fines expresivos. Aunque su obra fue muy
valorada e imitada por sus contemporáneos,
después de su muerte se hundió en
el olvido. Así permaneció hasta la década de 1930, en la que fue
recuperado con gran éxito como precursor de surrealistas y dadaístas. Desde
entonces, su prestigio ha ido en aumento. Su visión de la pintura conecta de
forma muy directa con la sensibilidad del público contemporáneo, amante bizarrías
diversas y deseoso de rescatar figuras injustamente olvidadas. Actualmente es muy
apreciado como un representante de la apertura renacentista al estudio pictórico
de la naturaleza.
Autorretrato de Arcimboldo |
Fuentes
consultadas:
“Giuseppe
Arcimboldo: Dos pinturas de Flora”, con textos de Miguel Falomir, L. Roberts y
P. Mitchell
Felicidades por la inspirada entrada. El mundo de Arcimboldo es fascinante, como señalaba Barthes, por la cantidad de operaciones retóricas que plantea su lenguaje visual, si bien destaca principalmente la divergencia entre el sentido de detalle, y en sentido del conjunto.
ResponderEliminarEs cierto que los surrealistas tomaron nota y se aplicaron esta ambivalencia visual como objetivo. En el cuadro de Dalí que citas aquí, del cual teníamos colgada una copia en el salón de casa, se da la representación simultánea de dos imágenes a la vez, la de Gala mirando al Mediterráneo y el rostro escondido, si bien ninguno de nosotros lo descubrió hasta que tu amiga Encarna, recién llegada de la playa y sin gafas, comentó de pasada cual Rompetechos, "¿por qué tenéis colgado ahí un retrato de Abraham Lincoln?".
Una ceguera "a la Tiresias", iluminada, pues descubrió lo que ninguno habíamos intuido.
La ambivalencia en las artes, así como las ilusiones ópticas, son también un tema central para el cine y especialmente para la animación. De hecho, es destacable es homenaje que Jan Svankmajer, "el alquimista de Praga", le dedica a Arcimboldo en la que es su obra más conocida, "Dimensiones del Diálogo", que dejo que descubráis por vosotros mismos:
http://www.youtube.com/watch?v=v9eQqJEzY-Q
Y aquí abajo hay una curiosa subversión del tema de "Flora", convertida en entradilla para la cadena MTV. Flora, la mujer vegetal, agoniza atada a una cama, incapaz de alcanzar el vaso de agua que podría salvarla:
http://www.youtube.com/watch?v=np-kFkDLT7k
Espero que os gusten,
M
Me ha encantado!!! Encarna!!!! Como bien dices: qué festín para los sentidos!!! Es para pasarte el día mirándolos!!! Muchas gracias!!! Marisa
ResponderEliminarArcimboldo es alucinante para verlo de cerca y poder ir a los detalles, tienes razón tal vez entretengan más dos cuadros que toda una exposición. En el último cuadro, "el bibliotecario," a mi ha ha venido a la cabeza un Picasso renacentista ¿..? M. Angeles Atienza
ResponderEliminarMuchísimas gracias por vuestras reflexiones. De Svankmajer, que cita María Lorenzo, un animador fundamental, hay una exposición ahora en Barcelona. Muy sugerentes los enlaces que propone y que, como siempre, enriquecen muchísimo la entrada, que no es más que un mero pretexto para repensar el manierismo y para conocer mejor la obra de este maravilloso y estrambótico pintor.
ResponderEliminarMi amigo Jose Ignacio me ha enviado este comentario que incluye un estupendo enlace para darnos la ambientación musical que mejor acompaña a estas líneas. Gracias por leer y por ayudarme a hacerlo mejor.
ResponderEliminar"Magnífico como siempre. Qué envidia me da tu elegante y eficaz forma de explicar y relatar las cosas! Muy curioso el personaje de Arcimboldo y muy curiosa la corte de Rodolfo II con Kepler y Bruno entre otros. No se te pasa una.
También la música fue muy importante en la corte de Praga. Fue Fernando I, el hermano de Carlos V, el que fundó la primera capilla musical importante. Rodolfo II aumentó el tamaño de la orquesta y contrató músicos de primera fila, entre ellos, Philippe de Monte (quien compuso madrigales al estilo de la Musica reservata de Ferrara), Regnart y Jacobus Gallus. Una explicación de todo ello lo tienes en
http://www.radio.cz/es/rubrica/legados/musica-en-la-praga-rodolfina"
He releído el texto sin recordar que ya lo había leído en su momento, y mentalmente iba tomando nota de las mismas ideas que hay en mi comentario de arriba.. Señor, ¿tan poco he cambiado en seis años?
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