viernes, 16 de octubre de 2015

MARISA AYESTA, CONQUISTANDO LA LUNA


Marisa Ayesta en su ambiente periodístico
Marisa Ayesta es una periodista y escritora realmente prometedora. Recientemente ha conseguido un triunfo casi inalcanzable para una autora novel: codearse con Isabel Allende, Lorenzo Silva, Ana María Matute o Gabriel García Márquez en la selecta lista de lecturas recomendadas para el verano por Amazon. El mérito se lo ha ganado a pulso con una obra muy bien escrita y construida, su novela De toda la vida, finalista del II Premio Harlequín Digital. Pero esta madrileña hiperactiva es mucho más que una “letraherida”: madre de familia numerosa, experta en redes sociales, dirige múltiples actividades de contenido cultural y formativo… Es una mujer realmente carismática y con grandes dotes para la comunicación pero, por encima de todo, es un ser humano de una talla excepcional. Vamos a dialogar con ella en Ateneas para que nos hable de sus procesos creativos, de cómo los jóvenes escritores se abren camino en el difícil mundo editorial de hoy día, de la pasión y muerte de las letras…

E. L: Tu comienzo en la escritura fue muy precoz. ¿Cómo has venido construyendo desde entonces tu particular estilo narrativo?
M.A: Se ha ido construyendo sin que me diera cuenta. En casi todas las entrevistas realizadas a escritores que he leído, todos están de acuerdo en que para escribir hay que leer y leer y leer. Y es cierto. Yo soy también desde pequeña una lectora empedernida, y creo que, sin que te des cuenta, a medida que vas leyendo, se te va conformando en cierto modo la cabeza. Es como la ortografía. Cuando eres lectora habitual, la ortografía te entra sin tener que estudiar, sabes cómo se escribe una palabra sin necesidad de haber estudiado, de una manera visual. Creo que a la hora de escribir sucede un poco igual. La primera vez que recuerdo ponerme a escribir (un cuento -con dibujos incluido- de una princesa cristiana a la que raptaba un moro y salvaba un caballero) lo hice imitando un cuento que me regalaron y llegué a imitar los dibujos y la medida del párrafo, de cuatro líneas por hoja. Así que realmente creo que de lo que vas leyendo, te vas alimentando y a la hora de escribir, acaba saliendo de forma natural de ti.



E. L: Como veis, Marisa Ayesta no es sólo una escritora incansable sino también una lectora voraz. Su pasión por la literatura es absolutamente contagiosa, como demuestra el librofórum del Colegio Altozano de Alicante que dirige con éxito desde hace años. ¿Cuáles son tus autores favoritos? En qué forma la experiencia de tus lecturas moldea tu propia escritura?
M.A: Mis mayores influencias vienen de la literatura romántica. Entre mis escritores favoritos se encuentran las hermanas Brontë, Jane Austen, la española Carmen de Icaza o Georgette Heyer. No sólo soy lectora voraz, sino que soy relectora. Jane Eyre ha sido uno de mis libros de cabecera, junto con Orgullo y Prejuicio o Lo que el viento se llevó. Y al igual que disfruto leyéndolas y releyéndolas, me gusta escribir y me gusta pensar que puedo provocar en los lectores las mismas sensaciones y experiencias que ellas (porque casi todas son mujeres) provocan en mí.

Irène Némirovsky
E. L: Me encantan las autoras que citas porque evocan un universo femenino que abrió las puertas a una nueva sensibilidad y a todo un mundo de valores distinto en el siglo XIX. Suite francesa de Irène Némirovsky ha sido la última lectura recomendada en el librofórum de Altozano. Esta gran novelista tenía una forma muy particular de construir sus personajes. Llenaba hojas y hojas describiendo cómo los imaginaba en sus menores aspectos, hasta que adquirían para ella tal grado de realidad que se le imponían y tenía que escribir su historia. Me gustaría saber algo de tu “cocina de la escritura”, cómo das a luz a tus personajes, tu proceso de documentación, que ha sido excelente en De toda la vida...
M.A: Creo que los personajes se van construyendo en mi cabeza al mismo tiempo que se va desarrollando, también en mi imaginación, la historia. Para contar ciertos acontecimientos es necesario que los personajes sean de tal o cual manera. En el caso de "De toda la vida" era necesario que el policía, el personaje masculino, tuviera una serie de virtudes como la integridad, la responsabilidad, la profesionalidad o la lealtad para poder configurar a la vez en él el papel que requiriera que se involucrara en el caso policial cien por cien porque era su "responsabilidad", pero también porque acaba afectando personalmente a la mujer que ama. Convenía que el personaje femenino fuera un poco escurridizo en amores, pero que entendiera de lealtad y de entrega aunque no supiera cómo vivirlas, para que la relación se encontrara con algunas trabas para llegar a buen término pero no fuera del todo imposible. Para acrecentar la distancia emocional entre ellos, sus distintas profesiones (él policía, ella periodista) venía bien que fueran otro "inconveniente" y quizá por eso ambos tienen que aprender a convivir con su trabajo (que aman cada uno por su lado) y su vida personal (que a veces se inmiscuye).

Siguiendo con la novela, había otros aspectos que tenía que trabajar y es el desarrollo de los crímenes. Tuve que documentarme, ya que no sabía nada, sólo que existían, sobre las drogas para violaciones y los efectos que producen. Recuerdo que llegué a encontrar en internet un blog donde explicaban cómo hacerlas en casa. Sí que puedo decir que para la documentación, internet es una maravilla. Se encuentra de todo sobre cualquier tema. Hay foros, blogs, páginas... y todo al alcance de tu silla.

Marisa en un paraje alicantino en el que se desarrolla su primera novela publicada

E. L: Para quienes conocemos a Marisa Ayesta resulta un auténtico misterio cómo se las arregla para escribir teniendo tantas obligaciones familiares y actividades a lo largo del día. Me gustaría que relataras tus rutinas de escritura, y si también practicas alguno de esos pequeños “rituales” con los que tantos escritores rodean el acto casi mágico de insuflar vida a las letras, para atraer a las Musas y mantenerlas a su lado.
M.A: Aquí sí que debo aclarar que, desgraciadamente, la escritura no es, de momento, algo a lo que yo pueda dedicarme al cien por cien como sí me gustaría. Como bien señalas, tengo otras prioridades y mis rituales de escritura no existen ya que escribo cuando "rasco" el tiempo para hacerlo. No pierdo la esperanza, (la vida es muy rica, así que nunca se sabe), de poder dedicarle más tiempo en el futuro.... No pierdo la esperanza porque convertirme en escritora, en una buena escritora, ha sido mi sueño desde pequeña. Mientras tanto, hasta que pueda dedicarme a él plenamente, como ya digo, creo que voy "haciendo músculo" y pasándomelo muy bien con historias quizá más simples de lo que me gustaría y dedicadas al simple entretenimiento.
E. L: Por descontado que lo vas a conseguir. Quizá esos agobios de tiempo que soportamos es el motor que te fuerza a maximizar el poco tiempo disponible y convertirlo en realmente productivo. Mira a Gonzalo Giner, que no ha renunciado a su trabajo como veterinario, tan importante en su obra literaria, y que aprovecha la madrugada para aplicarse a fondo. Seguramente tampoco él puede entretenerse en rituales.

Como madre de niños en edad escolar, y no solo como escritora, seguro que te preocupa el reducido papel de las Humanidades en los actuales programas de estudio. ¿No crees que con el retroceso y devaluación de las Letras, que ya no se conciben como una opción deseable para acceder al mercado laboral, estamos privando a los jóvenes de las claves necesarias para comprender y disfrutar de las grandes obras literarias y artísticas que hemos recibido en legado desde la antigüedad?
M.A: Totalmente. Creo que para entender la vida, para poder vivirla y aprovecharla y disfrutarla es necesario, fundamental, tener una visión completa del ser humano. Sé que no se puede ni se debe delegar en los colegios la responsabilidad de educar íntegramente a nuestros hijos, que para eso estamos las familias, pero pienso en la cantidad de familias que existen en las que no hay educación en Humanidades y creo que no puede permitirse que la gente vaya por la vida sin saber que existen, sin que nadie les coja de la mano y les sitúe delante de un cuadro, de una catedral, de una sinfonía o de una obra literaria y les enseñe a valorarlas. Es fundamental despertar en ellos, en nuestros chicos que son nuestro futuro, el alma creativa, la capacidad del hombre para hacer algo más que dinero, algo más que horas facturadas. Y eso, mientras no esté asentado en nuestra sociedad como resulta que no lo está, que seguimos siendo muchos los que somos analfabetos en esos temas, corresponde a los colegios suplir como suplen todavía, desgraciadamente, en educación en la mesa, educación vial, educación ética o educación religiosa. Los colegios no deben limitarse a formar trabajadores. No basta con una preparación para la carrera o formación profesional, deben ayudar a formar personas completas, en todos los aspectos (que son muchos y muy variados) que tiene el hombre.

Todo está en los libros...
E. L: Estoy de acuerdo contigo al cien por cien. La revolución digital está transformando los hábitos de lectura y escritura entre los jóvenes. ¿Qué receta se te ocurre para engancharlos a las buenas lecturas?
M.A: Me encantaría que hubiera una receta y poder aplicarla a mis hijos que, por desgracia, algunos de ellos no me están saliendo nada lectores. Sí que intento algunas cosas, como ponerles algún peliculón (lo visual siempre les cuesta menos que leer) y luego decirles que existe el libro, que el libro fue primero y que es mucho más bonito, o más completo, o cuenta más cosas que la peli. También les hablo de las historias que leo, frases que me han gustado.... Procuro buscarles libros sobre temas que les interesan: biografías de futbolistas, historia del fútbol, la segunda guerra mundial, los campos de concentración....así como si tratan aspectos de su vida que les están pasando a ellos: adaptarse a cambios (de domicilio, de colegio...), la adolescencia... Pero no es fácil. La revolución digital les da las cosas mucho más masticadas que el libro y se convierten en vaguetes. También he probado a comprarles un ebook, a ver si con la lectura digital les hace más gracia.... Pero ya digo que todavía no he encontrado la receta.
E. L: Seguramente no la hay, pero tus ideas me parecen muy válidas para el fin perseguido. Creo que los padres deberíamos esforzarnos en una campaña propagandística en ese sentido. Te agradezco mucho la sugerencia.

Marisa Ayesta muy simpática en un evento solidario
Y, para terminar, el próximo día 19 de noviembre sale a la venta tu nueva novela, con la que te deseamos el mayor de los éxitos y que ya estamos deseando degustar. ¿Nos podrías adelantar algún dato de esta primicia editorial?
M.A: La novela es una historia romántica cien por cien. El multimillonario y la Cenicienta con un caso de intriga de fondo (siempre me ha gustado también mucho la literatura policíaca y de suspense). La novela se titula "Conquistar la luna", ya que la protagonista se llama Luna y es una historia para pasar el rato, de entretenimiento, tirando a cuento de princesas pero ambientado en la actualidad, en el mundo empresarial español, en las calles madrileñas y con personajes modernos. Estoy muy agradecida a la editorial Harper Collins y su sello Harlequín por darme esta nueva oportunidad.

E. L: Bueno, lectoras, ya sabéis, a disfrutar del nuevo libro de Marisa dentro de nada. Esperamos volver a hablar pronto en Ateneas con la autora para que nos relate sus proyectos. ¡¡¡Gracias!!!

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